Felicito a todo aquel que no le haya
ocurrido en su infancia y cada vez que lo recuerdo me dan
escalofríos. Me resulta difícil sacar a la luz todo esto, es como
si aún siguiera en un pozo hondo y oscuro del que nunca jamás
pudieran salir, son aquellos recuerdos que prefieres ocultar y que
nadie debe saber tan solo por el simple hecho del miedo, del miedo a
que te pueda ocurrir lo mismo de nuevo. El tener que recordar es como
tener que abrir la trampilla de una alcantarilla que formó parte una
vez de tu pasado y que del cual quieres dejar atrás, llegas a odiar
tu propia infancia tanto que no deseas volver a ella, te arrepientes
de cosas que podrías haber hecho.
El tan solo tener que describir una
experiencia de una etapa de mi vida me resulta la cosa más difícil
que tener que reconocer que perteneces a un ala política más
moderada que a otra.
Cuando me paro a pensar me doy cuenta
de que no sé lo que es tener un amigo de verdad, un amigo fiel, tan
solo me doy cuenta de que lo único que tenía eran tan solo
refugiarme en cuatro paredes donde sabes perfectamente que nunca
llegarán.
El miedo y la desesperación de salir
corriendo acaban por sucumbirte y abrazarte con su estrepitosos
maldición llegándote a tocar su máxima discreción dejándote un
sabor amargo del cual no quieres volver.
Al principio piensas que tan solo es un
sueño, pero luego te das cuenta de has sido tocado por un ángel
burlón que encendió la mecha el día que entraste por primera vez
al colegio, empiezas a sentirte el bicho raro y maldices el día que
naciste y acabas marcada toda tu vida.
Nadie se percata de lo terrible que
puede ser llegar cada mañana al colegio y sentirte como el bicho
raro al que hay que aplastar, aquel bicho que por ser como es debe de
ser eliminado. Te preguntas muchas veces que es lo que tienes que
hace que todo el mundo te rechace y acabas por sentirte una victima
de todo lo que te ocurre, acabas por derrumbarte y a rendirte como si
no hubiese ninguna solución ante susodicha pesadilla y acabas por
refugiarte en la lectura o el dibujo. Dibujar era lo único que me
hacía olvidarme de todo, crear un amigo invisible a quien contarle
realmente como te sientes por dentro, lo inútil que te sientes y las
pocas ganas que tienes de seguir adelante y crees que tan solo si tu
no estuvieras estaría mejor el mundo y no solo maldices el día en
que naciste, sino que además tu presencia es sencillamente molesta.
Aún recuerdo cuando un chaval Jokin se
suicidó tirándose en el 2004 en la muralla. Fue el primer caso
conocido de acoso escolar que salió a la luz, pero el resto hasta
ese año se encontraban ocultos en aquella alcantarilla de la que
nadie quiso abrir hasta el año 2004.
En la profunda depresión en la que
caes es sencillamente tan grandes que pierdes las ganas y el interés
por todo, empiezas por refugiarte en ti misma y en desconfiar hasta
de tu propia sombra.
Piensas de que tan solo el decir una
simple palabra puede llevarte a una nueva paliza y acabas por no
decir nada y aguantar todo y, en ese momento es cuando te sientes lo
más insignificante.
Cuando sales de aquel infierno te
alegras porque todo acabó, porque ya no volverás y porque ya no
volverás pasar todo aquello que pasaste, pero aquel pasado, todo lo
ocurrido no lo olvidarás nunca y acabas marcada de por vida. Decides
ocultar todo aquello y no contárselo a nadie, y a seguir
refugiandote en tu mundo, en lo único que has conocido y que conoces
para acabar por no tener ni un simple amigo y cuando te llegas a dar
cuenta lo ves todo normal.
Tu vida se reduce a tu mundo, pero eso
no importa si el contacto con otras personas es totalmente nulo por
si vuelve a ocurrir.
Acabas por alejarte de todo el mundo,
suprimir aquella parte de tu vida como si de un crimen se tratase,
como si hubieses sido un preso que cuando sale de su propia cárcel
después de un tiempo se ve obligado a ocultar todo aquello que pasó.
Creo firmemente de que aún nadie se ha
dado cuenta de todo aquello, del dolor que puede sucumbir todo
aquello hacia una persona.
Aún así después de todo lo que pasé
sigo sin querer tener apenas contacto con nadie y cualquier ocasión
que tengas haces por romper cualquier relación con una persona
cuando ves que todo aquello puede significar una amistad.
Nunca he sabido lo que es tener un
amigo de verdad, pero sí sé lo que es tener un enemigo. Quizás
este equivocada al hacer estas cosas, pero por un lado acabas
sintiéndote más segura de esa manera, pero por mucho que haya
escriba esto no se reducirá el acoso escolar porque en este mundo
reina el silencio por desgracia y hasta que alguien no alce la voz
seguirá habiendo victimas escolares y no escolares, y mientras tanto
tendremos que seguir escuchando y leyendo que esto aún existe.
Después de esto, no me atisbo a seguir sintiendome víctima, sino solo informar de que todo lo que nos ocurre a nuestro alrededor no debe de ser silenciado.
Y le hago la simple pregunta a cualquier persona sea o no sea agresor como dice la fotografía de arriba:
-¿Qué ganastes con llamarla fea?
Después de esto, no me atisbo a seguir sintiendome víctima, sino solo informar de que todo lo que nos ocurre a nuestro alrededor no debe de ser silenciado.
Y le hago la simple pregunta a cualquier persona sea o no sea agresor como dice la fotografía de arriba:
-¿Qué ganastes con llamarla fea?
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