sábado, 5 de diciembre de 2015

Domesticación

Después de tanto tiempo he decidido renacer de entre las cenizas sobre las cuales enterré este blog. La principal razón por el cual creé este blog fue para contar todo lo que habitualmente no suelo contar a nadie y no lo hago porque el mero hecho de vomitar a una persona todo lo que piensas o lo que se te pasa por la cabeza terriblemente y muy a pesar nuestra puede llegar a ser realmente alarmante.

De algún modo esto hizo que mi pluma renaciera y se desarrollara, que las flechas tiradas por aquel ángel pícaro me haga soltar de golpe en un papel con una pluma todo lo que pienso de golpe con su sucesiva fina prosa. Para algunos les parece apaciblemente sarcástico y para otros les parece alucinante, y yo en mi opinión no sé si este blog tendrá algún fin en particular. Hubo un tiempo en el que mis escritos eran de lo más sarcásticos y críticos, e incluso dañinos, pero los eliminé porque pensé que era la mejor manera de hacerlo, ocultar la verdad en una caja con un candado para que nadie pueda leerlos. Quizás esa sea la manera de poder censurarme y ocultar ciertas opiniones a las cuales me abstengo.

Durante todo este tiempo he tenido unas ganas tremendas de soltar algo que me lleva rondando por la cabeza, pero esta mañana como si nada han desplegado sus alas y se han mostrado ante mí. Mi pluma con dulzura y perspicacia ha sabido en todo momento tentarme y mirarme como si tuviese vida propia. ¡¡Qué tontería!!

Una noticia ha llevado llenando nuestras parrillas en todos los medios un par de meses o más, los ludopatas han vuelto de nuevo, han llenado sus ansias para volver a pelearse por los enseres del poder, pero sin ir más lejos ahora como siempre han manejado a la masa con todas sus ansias para poder manipularla y jugar con ella, ser los reyes de su terreno y así dejar que los que gobiernan realmente son las masas, mientras ellos apaciblemente sueltan polvos de odio hacía el resto que no comparten sus ideales.
Las parrillas de comunicación llevan tiempo paralizadas, hace tiempo que dejaron de tener su propia opinión. Ya no podemos encontrar a ningún Marat que rescata de entre los muertos las noticias que merecen ser llevadas a la luz para que la gente lo sepa, ahora todo el mundo pertenece a una orilla diferentes. Nos encontramos uno frente al otro pero separados por un hondo mar, pero cuando intentamos poner el hombro siempre aquellas palabras acaban en nada.

Ciertamente considero que las ideas política se hizo con el fin de hacer arrodillar a los súbditos y el señor seguir siendo señor, seguir llevando los hilos. Acabamos siendo esclavos de esas opiniones metódicas en el que los ludopatas adquieren mayor poder y para ellos nos necesitan, son aduladores como decía Nietzsche, se colocan en medio de la plaza y empiezan a hipnotizarnos con sus palabras, con sus prosas como si fuesen anuncios de la tele, mientras nosotros quedamos embobados mirando y convirtiéndonos en los seres más fieles, e incluso más que un animal, mientras los medios solo nos muestran lo que queremos oír, y nosotros nos lo creemos, nos creemos solo una verdad que no existe en la propia verdad desconocida. Al final nunca acabamos conociendo esa verdad, porque siempre acaba siendo desconocida.

Nací en una tierra en el que la fama y el dinero son los que tienen la ultima palabra. Siento lastima por este país, porque este país que cada vez se va desmoronando por unos ludopatas que van manejando aquellos hilos a su antojo, mientras van sosegándonos con su hoces obligándonos aceptar. Nos colocan y nos enredan en sus hilos haciéndonos pensar que ellos son nuestros protectores y nuestros jueces, que ellos impartirán justicia por nosotros, pero la realidad es nula. Miles de casos de corrupción salen a la luz, siguen poniendo más hilos para mantenernos callados y que no nos levantemos, siguen poniéndonos más obstáculos para que nuestras quejas sean en vano.

Nos hemos convertido en seres tan dóciles que parece que no tenemos opinión, nuestras quejas solo se interpretan como meras pequeñas quejas de malestar que al final acabamos aceptando y llevando con nuestro propio peso, una piedra más que llevar a nuestras espaldas y no nos importa porque ellos son nuestro protectores.
Ponen leyes que no nos levantemos, eso conlleva a un pequeño comentario para que los ludopatas no nos escuchen, hay que dejarlos jugar en la mesa de póker, ellos saben lo que hacen y seguimos quejándonos pero nunca damos partida.

Y cuando nos quejamos oficialmente lo hacemos en silencio para no molestarlos, para que los ludopatas nos escuchen con ese fino oído que tienen, pero ellos solo nos dan la espalda. Solo decimos:
  • Shhhh!! silencio
    Pero cuando sale un comentario en alto inoportuno que toma la voz hay que hacerlo siempre callar porque eso puede ser peligroso.
Es un teje manejes de los ludopatas. Restriegan sobre nosotros toda su ira, pero nosotros lo tomamos algo aceptable, pero nunca nos paramos en pensar en porque somos tan dóciles, parece como si ese ángel maligno hubiese bajado de los cielos nocturnos para darle la pócima y mantenernos muertos, dóciles, domesticados, siempre fieles, sus manos y palabras pareciese como si entraran dentro nuestra para convertirnos en sus perros fieles. Nos quejamos, pero solo son quejas sin importancia porque al final siempre seguimos manteniéndonos fieles. Lo cierto, es que siento miedo y lastima. Nos quedamos pasmados mirando el reloj de arena, pero la gracia es que el tiempo se acaba y la última gota ya es demasiado tarde.

Muchas veces me paro a pensar en donde estarán esas ganas de vivir a tope, donde están esas grandes quejas, donde están esa revolución que en ocasiones se levantaron para darle legitimidad a algo que se nos fue arrebatado ¿dónde está? Somos perros domesticados, somos gatos... somos sus propias mascotas.

Nos arrancan la voz a bocajarro, nos arrancan los ojos de cuajo... y no nos importa y todo por culpa de esa maldita fórmula que aquel ángel maligno les dio. Espero que cierto anhelo que llegue el momento, ese momento en el que momento, nuestro momento se nos fue arrebatado, ese momento en el que teníamos alas y podíamos volar a nuestro antojo, que no éramos esclavos de la opinión de los ludopatas. Aquella sarta individuos hartos de la situación social, de los privilegios, de las asfixia, de las limosnas... cansados de todo. Alguien tendrá que escuchar todo esto, alguien algún día escuchará todo esto.

Este texto no es lo más preciados, ni mucho menos de los mejores. Mi inspiración descansa y se descansa, creo que la he explotado bastante en algunos asuntos no relacionados con este blog y ansía un descanso temporal.
Tampoco esperes de mi un gran título, nunca se me dieron bien. 


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