jueves, 13 de septiembre de 2018

Retrato Post - Mortem



Cuando dí historia de la fotografía me llamó muchísimo la atención este tipo de fotografía. Durante el reinado de Victoria I, y corregirme si me equivoco, en plena revolución industrial y efervescencia del imperio británico hubo una costumbre que es la de fotografiar a los muertos e incluso conservaban álbum de fotografías de muertos tanto de adultos como niños y, es que hubo una epidemia de tifus y cólera que arrasó con la población, aparte la situación insalubre de los trabajadores influyó bastante.


Aunque con la llegada del daguerrotipo en 1839 surgió esta costumbre, era una manera de consolar a los vivos y mantener el recuerdo. Este aparatejo o como queramos llamarlo permitía que cuando la película (así es como lo llamo yo), es decir su tiempo de exposición a la luz se redujera.







Había diferentes técnicas, como por ejemplo es que se sujetara el cuerpo de los seres inertes tras unas cortinas y así aparentaba una cierta naturalidad. Se les pintaban los ojos para aportar cierto realismo y, es que realmente parecen retratos de personas vivas.

Otra de las técnicas era retratarlos tumbados, algo común que siempre se ha retratado a lo largo de la historia del arte si nos ponemos a rebuscar en ella, pero es que no es solo eso.


Si nos trasladamos a tierras mexicanas podemos comprobar que el retrato post – mortem también se hacía en pintura como los retratos de José María Estrada en los que podemos observar retratos de seres inertes un tanto hieráticos o probablemente quieran llamarlo realismo frío. Son retratos de primer plano y de medio cuerpo en los que podemos ver o solo su rostro o tumbados, también podíamos verlo de cuerpo completo. Podemos ver una cierta influencia renacentista, belleza clásica que intenta aportar realismo a los retratos, penetra en la psicología del retratado con formas muy definidas y una técnica muy depurada. No sé si alguno de vosotros conocíais a este pintor, pero su pintura resulta ser un tanto curiosa e incluso si nos fijamos puede parecer poco naturalista.

El caso, es que con la llegada de la fotografía este tipo de retratos acabó quedando en el olvido y se empezó a practicar la fotografía. Es una practica un tanto macabra, pero ¿qué os parecería si alguien de nuestros familiares retratase a nuestros seres queridos inertes o a nosotros mismos?

Recuerdo que atraída por este tipo de fotografía, cuando murió mi gato que duró unos dieciocho años conmigo y, por cierto, aún lo echo mucho de menos. Era una cría y se me ocurrió hacerle un retrato después de muerto para tener siempre su recuerdo. Lo cierto, es que esta fotografía no la hice por lo que se suele llamar morbo, sino simplemente la hice porque me pareció lo evidente en aquel momento hacerla para recordarlo siempre con mucho cariño, aunque no sé que pasó con esa foto. He incluido algunos retratos anónimos. Cuando le cuentas a la gente este tipo de curiosidades o cosas extrañas que de algún modo te interesan de repente se ponen en las manos a la cabeza, pero en realidad ahora nos escandaliza y, ahora mismo con la edad que tengo no se me ocurriría hacerle este tipo de fotografías a mi mascota. 

Retratos anónimos:

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