martes, 24 de abril de 2018

Una vez tuve un profesor que nos dijo: "Ahora mismo esto no es nada comparado con lo que nos espera ahí fuera." Aquella frase quedó grabada en mi cabeza y desde entonces me he acordado mucho de aquel profesor que nos decía una y otra vez: "tenéis que estar preparados para las alimañas, aquí están controladas, pero fuera no."

El decía que todas las alimañas estaban controladas en el colegio,  en la escuela o en cualquier terreno educativo, pero he de corregirle. Las alimañas normalmente empiezan antes, empiezan antes a formarse, a calar clientela, a darse cuenta de todos los errores que cometen, a fijarse en tus errores, a ponerte una etiqueta, a machacarte, a que cuando te levantes de la cama te acuerdes perfectamente de como eres para el, aprender a odiarte a ti mismo/a, hacerte más débil, hacerte pensar que eres menor que él..., pero la realidad está muy lejos de la ficción.

Hay muchas formas de odiar, muchas razones para hacerlo, razones inventadas simplemente para dañar.Todo esto podriamos traducirlo a lo que dijo Napoleón sobre la envidia:
"La envidia es una declaración de inferioridad"
El mejor estratega de todos los tiempos, apuntaba a esto y, es que el también tuvo enemigos, enemigos toda la vida hasta en la academia militar. Y, es que odiar es algo innato del ser humano, algo que habitualmente solemos hacer a menudo, aunque a otros nos resulte dificil hacerlo. Hasta solemos buscar a las personas mas afines a nosotros para poder criticar  a alguien desconocido.
Yo odio también, pero a veces, en realidad, en su mayoría no puedo odiar, aunque mentiría si nunca lo he hecho. No me gusta odiar a la gente por el simple hecho de odiar, ni tampoco odiar  por algo, porque eso me haría ser como ellos y, eso es precisamente lo que no quiero, ser como ellos.
Cuanto más te distingas de una personas, cuanto menos quieras ser como ellos, cuanto más quieras definirte, cuanto mas quieras destacar en algo... y podría seguir y seguir, eso es lo que le hace odiarte más. El que no quieras ser como ellos y quieras seguir tu propio camino distinto.

Si fuéramos una sociedad normal y no lo que entendemos por normal, nos gustaría socializarnos e incluso disfrutar en sociedad, hablar con uno o con otro, sin importar su aspecto, su enfermedad, religión, sexo... lo que sea. Aunque en la practica somos muy superficiales, el que nos parezca más glamuroso esa será la persona a la que hablemos.
El aspecto debería de ser lo de menos, si viste un poco más desaliñado o más elegante deberia de darnos igual porque puede que nos estemos perdiendo alguien genial. También existen personas a las que cuando le sueltas cualquier cosa ni tan siquiera intentan ocultar su animosidad o si les ayudas a ellos, aunque les caigas mal, no suelen acordarse de ello.
Otros suelen ser mas discretos, apuntan a sacarte toda la informacion que pueden para contarselo a otros, también otros directamente pasan a soltarle cualquiera de sus mentiras para que nadie llegue a dirigirte la palabra. Ahora mismo, nos resulta extraño o incluso que pueda existir en alguien así, pero es totalmente cierto, hay personas que tienen tanta maldad dentro la sacan por el simple hecho de odio u odiar simplemente a alguien sin saber porque.

El odio, la envidia... es el sentimiento más puro y más sincero que el ser humano puede llegar a tener y, lo digo porque en cuanto se refiere a otros sentimientos normalmente la verdad suele siempre encontrarse oculta o inexistente. Nos solemos alegrar hasta de los fracasos de otros, solemos hasta desear lo malo al vecino aunque no nos haya hecho nada, pero ante eso solemos poner como excusa:"se lo merecia." ¿Y realmente se lo merecía? ¿ o es que nosotros hemos apuntado a que se lo merecía?

Si cuando estamos escuchando música con los cascos alguien desconocido nos habla respondemos o miramos con mucha brusquedad... Y si esto no es cierto, ese dios existe.
Otros con tan solo la mirada ya sacan conclusiones fáciles sobre el aspecto de uno o de otro, con esos ojos puestos en ti, es cuando logras darte cuenta de que te odia. Ni hace falta conocerte de nada, pero te odia. Y es que, aunque resulte extraño, ¿cómo puedes lograr que alguien acabe odiandote sin conocerte? pero aunque intentes conocer a esa persona, realmente en ese momento, es cuando acabas dandote cuenta de que sois dos polos opuestos o ni tan siquiera intentas hacer el esfuerzo por conocerla.
Por otro lado se encuentran las miradas asesinas que logran tirarte a la nuca o directamente a tu rostro.
Recuerdo que una vez le pregunté a una compañera de clase sobre si tenía o no grupo para realizar un trabajo de clase, pero casi me asesina. Esa chica fue lo más antipático que había parido su madre, pero lo más gracioso es que a ego no la ganaba nadie, y no me conocía de nada. Simplemente sin comerlo ni beberlo ha acabado odiandome o por lo menos desea no verme, aunque después de todo solo hice esa pregunta y casi se prepara para la lucha en plan karate kid. No doy más detalles por aquí porque podrían salirle oídos o activarse radio patio y, no tengo ganas de aguantar a nadie.

Y es que, ante la cruda realidad  hay gente que antes de pasar o ser objeto de algo o de alguien prefiere pasarlo en soledad y, esto no es porque sea gente rara o loca, sino porque prefiere estar sola, le gusta la soledad, se han acostumbrado a vivir la vida solitaria, a no necesitar a nadie. A ver la vida solitaria. Otros poseen fobia social, personas que se sienten incomodas al estar rodeadas de gente. Quizás algo está fallando, quizás la educación no trasmite los valores que debería de transmitir, nadie debería de sentirse marginado por cualquier circunstancia.Y otros, directamente, solemos llamarlo los más valientes, se enfrentan a la realidad aguantando todo lo que la sociedad le eche.


En mi vida, corta, me he dado cuenta de muchas cosas, de que cuando odian siempre es por algo y yo no quiero ser menos. Ellos ya saben perfectamente en que quieres convertirte, pero sobre todo si tan inteligente se creen, hay algo que no logran nunca darse cuenta o bien por el hecho de que no quieren darse cuenta. Cada vez que haces una aparición sea cual sea, debes de tener en cuenta de que eres tú siempre su tema de conversación, y le dan tanta importancia que lo hacen siempre. Otra cosa es que suelen buscarte faltas hasta en que posición llevas puesta la nariz ese día, aunque estés demasiado delgada o demasiado gorda siempre serás su centro de atención. Si dices algo, ese algo por muy tonta que sea serás motivo de conversación, si eres feliz serás otra, si vistes algo también, hasta serás su motivo de burla si no tienes ganas ni de mirarte al espejo. Sus burlas suelen ser tan molestas, que si sueles ser sensible te pueden afectar demasiado y llegar a creertelo, y lo más curioso es lo que tarda una persona en odiarte, olfatean y se acercan sin que tu les llames, empiezan hablarte y de buenas a primeras, al dia siguiente se inventan su pequeña historia de Eco y Narciso, pero lo más gracioso es que llegan a creerselo, pero la opción que más llama es cuando logras ignorarlo por completo, necesitan sentirse ellos mismos mejor que tu, y podría seguir y seguir.

Como dije anteriormente, de ese profesor acabé acordandome siempre y, no solo por la frase tan famosa, sino porque precisamente a algunas personas cuando las observas logras darte cuenta de como son en realidad nada más que con la mirada. Ese mismo profesor, de la frase, se llevó todo el cuatrimestre diciendo que era muy analógico que no sabía ni tan siquiera hacer la O en un canuto. En cuanto a informática era un auténtico ceporro. Era uno de estos profesores antiguos que no han cogido en su vida un ordenador, pero a la mínima suelen maltratar el pc.

Se supone que la labor de un profesor siempre es la de enseñar o de respetar a sus alumnos ante todo, pues resulta que en una exposición a uno de mis compañeros solo porque no le gustó su trabajo acabó por insultarlo. Tal fue el ridiculo, que todo el mundo acabó por reírle la gracia, aunque lo cierto es que mucha gracia no tiene.

Solemos pensar que la gente que tieneuna educación elevada suele tener muchísimo más respeto que la persona que no lo tiene y, esto es un error. Recuerdo que una vez ví una persona de estas características haciendo eso mismo, ridiculizar a otro y, mejor ni hablar de quien realmente fue porque si llegarámos a pensar de que esa persona pudiera tener en su ambito un cierto prestigio nos quedaríamos de piedra, pero es la pura realidad. Esa persona no era ni más ni menos que un catedrático y, solo era por una supuesta ficha de mierda. En ese momento seguramente a esa persona a la que dejó en ridiculo se le caería la cara de verguenza, pero es que hay personas que se olvidan o por el contrario no saben lo que significa la palabra RESPETO.

En fin, con esto no quiero decir que quiera hacerme la victima ni mucho menos, sino como dije anteriormente. Yo también odio, pero también de vez en cuando tenemos que aprender a tolerar y a conocer lo desconocido y a no juzgar de buenas a primeras, pero lo más importante es no abrirte de buenas a primeras a alguien, puesto que ese alguien puede esconder algo que tu no sabes.


La última persona que ha acabado por odiarme, sin saber porque,  ha sido una excesivamente redonda, no es por despretigiarlas, pero a este en especial le falta pelo, podríamos decir que es joven y le falta oscuridad en una de las zonas de su cabeza, por otro lado suele usar una colonia corporal apestosa que destaca más que los perfumes de Christian Dior y, estoy segura de que si se propusieran hacer una colonia que oliera a 3000 km ten por seguro que se haría millonario, aunque sencillamente prefiero oler una colonia apestosa como varon dandy o Atkinson, aunque son colonias que no me gustan a tener que oler ese olor asqueroso que desprende de sus axilas, de su trasero y de su delantera llamemosle de algún nombre como verga. Otro de los aspectos que me gustaría destacar es que su cuerpo se asemeja a la de un barril lleno de basura, pero olvidemos su aspecto y centrémonos en otra cosa.
No diré su nombre porque precisamente prefiero no acordarme. Esa persona antes solía hablarme sin yo pedirle que se acercase y, es que, tengo un sexto sentido, desde un primer momento no me caía bien e intenté evitarlo a toda costa, y sigo evitandolo, lo que pasa que ahora me lo ahorra el tener que evitarlo. Lo bueno que tengo, es que en su mayoría me hago la sorda, es más fácil, hacer que no te enteras de nada o como se suele llamar hacerse la tonta. Aparentas que no te enteras de nada y sigues tu camino evitando a todo piojo que se ponga por delante tuya.
Pues, sencillamente, hasta el año pasado esta persona se inventó en su cabeza la historia de Eco y Narciso y, además sigue en su cabeza. Yo era Eco y el, se inventaba que era Narciso, pero eso tan solo ocurria en su fantasía, en su mente dispar... aunque la realidad dista mucho de la fantasía. En realidad el no era Narciso, ni muchísimo menos Adonis, el era más bien, perdón por el calificativo, un barril de basura, aunque ¿cómo decirle a esa persona que fuera a buscar la primera limpiadora de turno y que ella misma lo fregara con lejía? aunque la propia limpiadora se podría precisamente distar a la hora de hacerlo porque si tuvera esa señora que limpiarlo gastaria un número elevado de botellas de lejía.

Aparte de barril, es un botijo de bajo o mejor dicho el tapón de corcho de una botella de vino que se había puesto malo o picado, en resumen, era un enano insoportable y, lo que le hacía insoportable era precisamente su caracter o aire prepotente que llevaba puesto siempre para considerarse el mejor. No es que me moleste, puesto que la mayoría de las veces lo evitaba y, lo sigo evitando precisamente porque es de este tipo de personas que ante alguien desconocido no se presentan como son realmente. Se presentan como alguien odioso y fastidioso, intentan engancharte contando chistes malos y, la cosa es que se consideran los mejores despues de todo, los tipicos que creen saberlo todo.

Creo que después de todo, ahora esa persona me evita, pero en realidad lo que no sabe es el favor que me hace, puesto que muchas veces no sabes como decirle a esa persona:
- Por favor, aire.

En fin, el mundo es una caja de sorpresas, nunca logras disipar a lo lejos las diferentes sorpresas que puede llegar a darte la vida. Con la última descripción de alguien dejo claro que yo también odio y además también sé hacer criticas graciosas, pero con más gusto.

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